El pasado 1 y 2 de marzo los pasé en Melilla.
La Ciudad Autónoma de Melilla.
No pude fotografiar la famosa alambrada con sus famosas cuchillas aunque sí verlas de cerca me marcó.
El temporal y la oscuridad no me permitieron hacer las fotos que tanto me habría gustado hacer, pero sí que puedo mostrar desde este blog mi rechazo a las fronteras entendidas como las entendemos.
Volviendo a casa me viene la reflexión de lo absurdo del ser humano. De lo absurdo de un trozo de tierra llamada Melilla en medio de Marruecos. Lo absurdo de las injusticias que hacen a 40000 africanos intentar saltar esa frontera...
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