Sólo os pido que os améis;
no hacen falta otras leyes ni otros ritos,
que os améis unos a otros,
que os améis unos a otros,
que multipliquéis los encuentros, las ternuras,
los abrazos y los besos;
sólo quiero que os beséis,
y que pongáis en común
lo que tenéis, lo que sois;
que dialoguéis, os entendáis.
Quiero, amigos míos que os sirváis,
que os lavéis los pies unos a otros,
que os acompañéis y os ayudéis a caminar;
que os curéis mutuamente las heridas;
que os perdonéis,
y que no dejéis a nadie solo.
Ya solo vale el amor.
Pero con una condición,
que debéis tener en cuenta:
que vuestro amor sea como el mío,
que os sirváis y os améis,
como yo lo hice con vosotros.